Este es el caso de un paciente que previamente había sido sometido a una escrotoplastia, una cirugía para reducir el exceso de piel en el escroto y evitar que los testículos quedaran demasiado caídos. Sin embargo, con el tiempo, aparecieron unas acumulaciones de líquido conocidas como hidroceles, junto con un quiste en la misma área.
Para resolver esta situación, realizamos una cirugía en la que se retiraron los hidroceles, eliminando el líquido encapsulado en ambos testículos. Además, aprovechamos para retirar un quiste que también se encontraba en esta región.
Tras una evaluación en conjunto con el urólogo, se concluyó que no era necesario volver a realizar la escrotoplastia, ya que el tejido no necesitaba ser reducido nuevamente. El paciente pudo recuperarse sin problemas, y el procedimiento resultó ser exitoso.
Este tipo de cirugías requiere una atención personalizada y un seguimiento adecuado para evitar complicaciones futuras. Te invito a ver el video completo del procedimiento para obtener más información. Si tienes alguna duda o necesitas orientación, no dudes en consultar con el doctor.